Guerra Ruso-Turca de 1686-1700

La Guerra ruso-turca de 1686-1700 fue parte del esfuerzo conjunto europeo para enfrentar al Imperio Otomano. El conflicto a nivel europeo fue conocido como la Gran Guerra Turca.

 

La Guerra ruso-turca empezó luego de que el Zarato de Rusia se uniera a la coalición anti-turca (Imperio Austríaco, Polonia-Lituania, Venecia) en 1686. Durante la guerra, el ejército ruso organizó las campañas de Crimea de 1687 y 1689 y las campañas de Azov en 1695 y 1696.

 

En vista de las preparaciones de Rusia para la guerra contra el Reino de Suecia y otros países que firmaron el Tratado de Karlowitz con el Imperio Otomano en 1699, el gobierno ruso firmó el Tratado de Constantinopla en 1700. El tratado puso fin a la guerra, cedió Azov y la fortaleza de Taganrog a Rusia, afirmó los derechos de peregrinaje rusos a tierra santa, estableció una base diplomática rusa en Constantinopla, y aseguró el regreso de todos los prisioneros de guerra. El Zar también afirmó que sus aliados, los Cosacos, no atacarían a los otomanos, mientras que el Sultán afirmó que sus aliados, los Tártaros de Crimea, no atacarían a los rusos.