9 hábitos de pensamiento para tu crecimiento personal

Un aspecto muy importante para nuestro crecimiento personal es aprender a pensar con eficacia para poder alcanzar nuestros objetivos.

Gran parte de nuestra forma de pensar es automática y no somos conscientes muchas veces del torbellino de pensamientos que inundan nuestra mente.

Es bueno intentar regular un poco lo que pensamos e implementar nuevos hábitos de pensamiento para que nuestra vida cambie a mejor.

Te dejo con 9 hábitos de pensamiento que te ayudarán en tu crecimiento personal:

1) Analiza cómo es tu manera de pensar.

La metacognición, o pensar sobre el pensamiento, nos permite descubrir nuestros patrones de pensamiento y cómo estos influyen en nuestras emociones y comportamiento.

Cuando empezamos a ser conscientes de nuestros pensamientos podemos empezar a reprogramar los pensamientos limitantes por pensamientos motivadores.

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Hay que Tener un Amante (Jorge Bucay)

Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas dos últimas, las que vienen a mi consultorio para decirme que están tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores.

Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en qué ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas.

Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnóstico seguro:»Depresión» y la infaltable receta del antidepresivo de turno.

Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan, ES UN AMANTE

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Aprende a Aprender

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano o encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa recostarse, y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender.

Que los besos no son contratos, y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Uno aprende a construir todo su camino en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes, y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad.

Después de un tiempo uno aprende que «sí» es demasiado, hasta el calorcito del sol quema, así que uno planta su propio jardín, y decora su propia alma, en lugar de esperar que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende… y con cada adiós… uno aprende.